viernes, 14 de octubre de 2011

Nobody is ever there. We’re always alone, from cradle to grave.



Siempre creí que si me esforzaba lo suficiente por mantener mi rebeldía, por mantener lo que creía correcto, lo que quería para mi -lo que sabía que no quería- al final habría una cierta recompensa.

Una canción en Re menor, la tengo que hacer, cualquier día. Cuando aprenda. Cualquier día.
La fiebre de la tormenta, escribirse con cuchillas palabras bonitas con forma de rejas. La tormenta imparable y verla venir y no pararse ante lo que ante  nada se para.

¡Borreguil!

Dar vueltas en la cama pero a las 5 de la tarde.


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