sábado, 28 de septiembre de 2013

Una mujer (II)

Me gustaría creerte cuando hablas. Pero no puedo. Cada uno de vosotros guarda en un lugar recóndito la certeza oculta de que está siendo engañado. Me gustaría tanto entenderte y no puedo, por qué cada uno de vosotros intenta ocultar, mientras se felicita ufano, la creencia de que de cualquier situación puede sacarse partido. Por qué gana la batalla siempre el miedo.

Es mentira. La mujer que se sienta a tu lado, te clavaría una espada en la yugular sólo por dejar desordenada la cocina, luego abusaría de tu cuerpo muerto. Se lo haría con tu cuñado, su tío, el dueño del bar de abajo y también el butanero. Es mentira, el tío castrado y sin tetas que os habéis inventado, subido en unos estilettos que no va a poder pagar, se comporta como un hombre de negocios, pero sin sus sentimientos, remeda a Ferra Adriá con la receta ferpecta de las croquetas maternas, te hace una limpieza de sable cual experimentada actriz porno y deja que te corras encima y aún se relame de gusto. La sumisa, que se sienta en un rincón a ver Anatomía de Grey mientras dedicas la tarde a rascarte la barriga. La que no habla de ti con sus amigas y se entretiene montando reuniones del Tupperware. Otra mentira.

Me gustaría mostrar mi derecho a vivir obsesionada, a ser limpia. Ser una loca empeñada enseñarse, una mujer difícil, ser muy poco razonable, coger la coherencia obligada, hacer con ella un rebuñito y utilizarla de papel de water. Avergonzarte, asustarte, enseñarte formas de sentir que tienes pavor a vivir. No estoy escrita en ningún libro, no relleno con mi cuerpo ningún molde conveniente, no me fabricaron para ser lo que tú quieras que deba ser. Una mujer. No voy a pedirte un piso ni un anillo de bodas, no seré quien te ate esa soga que te convierta en una fotocopia más.

Intentas copar lo que es a todas luces infinito con lo que nada puede llenar. Fiel a la idea de que la bondad es patrimonio de los débiles, el amor es una máquina que mata,  la generosidad un mal necesario sólo si el beneficiario eres tú.

Me gustaría ser, por un día, Una Mujer.

martes, 27 de agosto de 2013

El Hada de los Dientes





Back forward, como se te ocurre alguna vez ahora de nuevo hacer, sólo para ver que lo que hay que ver, y rememorar, ahora sí, está muy bien. No dejes de ser.

El Hada de los Dientes se explica entre palabras, oculta el horror y no se permite ser débil. En ocasiones se inclina a oler las flores, y se embriaga de vida y de sentidos atrapados, mira a su alrededor para compartir y no encuentra a quién. El Hada de los Dientes no quiere escuchar sus propias palabras porque tantas veces antes sus propias palabras, en forma de eco, sólo la han asustado, y ahora que lo que oye por fin es correcto no sabe si tiene permiso para sentirse o no bien.


El Hada de los Dientes hace malabarismos con cuchillas afiladas. Y aún así aún saca energía para relucir como un cohete; destructora, ahora ha aprendido a construir sin detenerse.


Tú que ahora serás capaz de dejar de preocuparte por el daño y por el miedo al daño -y por "Los Otros"- y por el pasado que siempre trascurre en tiempo real junto al presente y el futuro, que nunca era incierto, como vas a ser capaz como ahora eres de ver. No está escrito nada más que lo que sabemos. Sigue haciendo malabarismos, sigue siendo, no dejes de hacerlo. Porque tras tanto tiempo de surrealismo todo ahora empieza por fin a tener sentido.

Todo es como tiene que ser.




sábado, 24 de agosto de 2013

Observa

No sé bien quién se inventó eso de que hay que ir siempre avanzando y probar cada día cosas nuevas. Digo yo que de tanto avanzar y probar y correr hacia delante, cuándo cojones se supone que va a quedar tiempo para hacer lo mismo de siempre, porque lo mismo de siempre es lo que APETECE; así, con todas las letras grandes; hacer.
Escuchar las mismas canciones una y otra vez, repetirse a uno mismo hasta que uno mismo parezca una caricatura de uno mismo y, de tanto repetirse, al final, deje uno de crecer y empiece a AMPLIARSE. Ampliarse uno a si mismo por el camino escondido que viene dado de la mano de lo que siempre es seguro y de lo único que te apetece hacer.
Lo he vuelto a hacer otra vez. Dejar de crecer no es dejar de aprender.

Nunca lo que viene fácil es suficiente. Debería tatuármelo en el brazo con el que me masturbo, para recordar que las cosas buenas siempre vienen de la mano y siempre hay una mano que te impide verlas.

viernes, 23 de agosto de 2013

Mother

La traducción y escribir ensayo han borrado de entre mis capacidades la de abrirme. Sin apertura, no hay narrativa. Intento que me importe, de veras que lo intento. Pero la realidad, la realidad en su forma viva, la que palpita, la que no da espacio a la contemplación ni a la introspectiva, la que no da ningún espacio al arrepentimiento ni a la autocompasión se precipita. La pequeña fantasía sadomasoquista da paso a la aventura de la vida en blanco. En ocasiones, vuelvo sobre mis pasos y tanteo, por puro afán de reconocimiento vital, si aún existen los viejos sentimientos, el dolor y el miedo.

De vez en cuando, mi mente juega a viejos juegos. Pero ya no hay miedos ni mentiras. No hay remordimientos ni envidias. ¿Fluyo?

La posibilidad de reinventarme se abre paso, poco a poco, nacida de proceso de reflexión ninguno. ¿Echaré de menos a alguna de estas persona algún día? ¿Qué me une a ellas, si lo que sienten, en lo que creen, a lo que aspiran, son conceptos para mi tan lejanos como las migas de pan que veo a un vecino lanzar cada mañana desde su tejado? Están ahí, son conocidos, pero su existencia no implica a penas nada de la mía.

martes, 7 de mayo de 2013

Mi actual punto de vista sobre la situación





Please, bitch!, las últimas noticias que tenemos sobre lo que hay al otro lado nos las proporcionó Jonás. Ya va siendo hora de actualizar un poco los datos.


Bien es cierto, lo de Jonás era una amable ballena come personajes bíblicos;  lo mío es un tiburón.


They say, ¡JUMP!



sábado, 4 de mayo de 2013

Jeremy is broken, yeeeeeee!



Manifestar desvergonzadamente algo de la triste sensación de incomprensión adolescente. Poner un poco de drama, dejarse llevar. Gritar, a ventana abierta, grandísimos hijos de la gran puta a los vecinos, y cerrar a continuación las ventanas del balcón, como si fuera el gesto más natural.

Dejar quemar la leche en la cazo sólo por el placer de ver borbotear la espuma sobre el quemador. Y no fregarlo, no señor.

Seguir sobreviviendo de no sobrevivir. Y hacer de ello toda una universidad.

"El equivalente sonoro de darse de cabezazos contra un muro"

lunes, 25 de febrero de 2013

Of The Girl

La simplicidad resulta excelsa cuando el que se deja llevar y se atreve es El Otro.

Tomar nota.